LA DIETA MEDITERRÁNEA

"Somos lo que comemos" es una máxima que retumba en nuetras cabecitas a menudo y es cierto que cada vez estamos más concienciados de que la buena alimentación es la base de la salud pero ¿no sientes que ultimamente todo está fuera de control? El azúcar, la soja, la dieta Paleo, la RAW... Dicen que la comida ya no es lo que era, que la industria manipula demasiado lo que compramos y no sabemos realmente lo que ponemos en el plato, por eso hoy escribo para reivindicar la dieta más sana del mundo.

Los pueblos que fueron bañados por el Mar Mediterráneo nos dejaron un gran legado. Iberos, Egipcios, Celtas, Griegos, Romanos, Bárbaros y Árabes sentaron las bases de lo que es hoy en día la alimentación mediterránea: pan, vino y aceite. Pero fueron los científicos norteamericanos Keys, Grande y Anderson, en los años cincuenta, los que le pusieron nombre a una forma de vida saludable a través de la alimentación y el ejercicio físico: La Dieta Mediterránea.

Un estilo de vida que nuestras abuelas conocían y practicaban. Vivir lento pero sin pausa. Ir caminando a cualquier parte. Veían salir de la tierra esas frutas y hortalizas de colores brillantes que hoy España exporta a Europa, y enseñaron a nuestras madres, y estas a nosotras, cómo hacer un buen sofrito de cebolla, ajo y pimiento. Maravilla.

BASES DE LA DIETA MEDITERRÁNEA

· Consume preferentemente productos de origen vegetal:
frutas, verduras, cereales, pan, legumbres, hortalizas, frutos secos y semillas.

· Compra alimentos frescos y de temporada.

· Utiliza siempre aceite de oliva en la cocina.

· Elige cereales integrales.

· No abuses de los productos lácteos. Escoge los bajos en grasa.

· Modera el consumo de carne. Decántate por carnes blancas.

· Consume pescado varias veces por semana, fuente de proteínas.

· Come huevos con moderación.

· Convierte la fruta fresca en tu postre habitual.

· Bebe entre 4 y 8 vasos de agua al día.

· Realiza actividad física todos los días duante al menos 30 minutos.

· Opta por preparaciones culinarias sanas y sencillas: cocidas, al vapor o a la plancha.

Ilustración de Gretchen Roehrs

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